domingo, 16 de junio de 2013

Dos españoles liberados en Colombia y los secuestradores de la zona del Henares

A media noche del viernes, en mitad del desierto colombiano y a solo unos 15 minutos de la frontera con Venezuela, la tragedia del secuestro terminó para los asturianos Ángel Sánchez Fernández y María Concepción Marlaska Sedano. Tras pasar 29 días en poder de una banda de delincuentes comunes, fueron rescatados por un grupo de policías colombianos vestidos de civil. Se encontraban en la ranchería Kalatain, un pequeño poblado de unas cuantas casas indígenas donde suelen vivir los wayuu, en zona rural de Maicao (La Guajira), uno de los extremos más al norte de Colombia, lleno de caminos de arena difíciles de seguir, si no es en compañía de los nativos.

En el momento de la liberación, los policías no tuvieron que disparar sus armas durante el rescate. Su principal objetivo era liberar a los españoles y así lo hicieron, en un operativo relámpago. Pero no pudieron detener a ninguno de los siete secuestradores, entre los que se encontraban indígenas wayuu y arihunas (como ellos llaman a los blancos). Todos ellos huyeron por el desierto, aunque las autoridades aseguran que los tienen identificados.

Dos detenidos en Madrid tras la recogida del pago del rescate

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía recuperaron ayer el dinero del rescate pagado por la liberación de la pareja secuestrada—en torno a 100.000 euros— tras detener en Madrid a un español y a un ciudadano de origen sirio, según fuentes policiales. El dinero estaba en el domicilio de uno de los arrestados.

El dinero del rescate fue depositado el pasado viernes en un punto no concretado, próximo al Palacio de Hielo, en la calle de Silvano, en el distrito de Hortaleza, según fuentes de la investigación. Agentes de la Sección de Secuestros y Extorsiones presenciaron la recogida del dinero por parte de al menos dos personas. Estas quedaron desde entonces bajo control permanente.

Paking de camiones de Torres de la Alameda
Los detenidos, que ayer se encontraban en las dependencias del complejo policial de Canillas, en Madrid, estaban en contacto con los secuestradores de los dos secuestrados. Ambos se conocían entre sí porque participaban en negocios de comercialización de camiones. El ciudadano de origen sirio es administrador único de una empresa que tiene como objeto la compraventa de vehículos industriales y maquinaria para la exportación e intermediación de comercio de importación/exportación.
La policía registro ayer los domicilios de ambos detenidos y una nave sita en la carretera de Torres de la Alameda a Loeches (Madrid).
Fuente: El País